OPINIÓN
A la mejor zurda del fútbol sudamericano
Un distinto, un fuera de serie, una estrella, un ídolo: Juanfer Quintero
El fútbol empezó a convertirse en un deporte casi robótico. Cada vez es más difícil encontrar futbolistas con personalidad, que rompen esquemas, que te invitan a soñar. Que te hacen querer prender la televisión solamente para verlos hacer su magia. Quedan pocos. Y uno está en Avellaneda.
17 de agosto de 2023. Se anuncia oficialmente la llegada de Juanfer a Racing. Bombazo. Sorpresa para todo el fútbol argentino y un ápice de alegría para nosotros, que llevábamos un semestre irregular, y que necesitábamos desesperadamente alguna mínima esperanza a la que aferrarnos. Los seis meses siguientes fueron una lágrima. Pero si hay algo del 2023 que todavía puede arrancarnos aunque sea una pequeña sonrisa, es Juanfer. Entre tanta oscuridad, él brillaba más que nunca. Y me iba a preguntar, ¿qué hubiera pasado si hubiera contado con un plantel a la altura que lo hubiera acompañado y ayudado a potenciarse? Pero me parece que la respuesta ya quedó bastante clara hace menos de una semana.
El 2024 fue un renacer. Llegó un técnico con la sangre celeste y blanca, y con él, una camada de refuerzos que, en ese momento no lo sabíamos, pero darían el primer paso para saldar la deuda internacional del club y quedar para siempre en su historia. Fue un año, por encima de todas las cosas, irregular, pero que tuvo el desenlace más deseado. Y sí, de la mano de Juan Fernando. Que nos devolvió la fe.
Se lo despreció sin piedad, se cuestionó su compromiso y se pidió su salida. Se habló en todos los mercados de pases de una posible vuelta a River y de una difícil continuidad en Racing. Se criticó al club por haberlo dejado viajar a Colombia cuando lo necesitaba. Pero nada de eso fue suficiente para desestabilizarlo. Respondió con su fútbol y con su magia, y hoy es campeón de Sudamérica.
Juanfer convierte cada partido en una exhibición de arte. Es el jugador que inventa y enamora; que ve espacios donde otros ven paredes; que te cambia todo con un solo toque; que transforma lo extraordinario en rutina. Cuando lo ves en la cancha es cuando terminas de entender que el fútbol no es meter, correr y patear. Es saber parar, observar y hacer. Correr, corre cualquiera. Lo que hace Juanfer no lo hace nadie más.
Tener a una figura así en tu equipo es un privilegio. Y ser contemporáneos a su talento y testigos de su don, también. Porque jugadores como él no solo ganan partidos; hacen historia. Y la suya va a quedar grabada para siempre en la memoria del fútbol.