El astro brasileño había vuelto a sumar minutos el pasado 21 de octubre tras estar un año sin actividad por la lesión más seria a la que ha tenido que hacer frente hasta ahora: una rotura del ligamento cruzado y del menisco de la rodilla izquierda, que sufrió en el partido ante Uruguay en octubre de 2023 por Eliminatorias del Mundial 2026.

Sin embargo, sus minutos en cancha no fueron muchos. Además de quedarse afuera de la convocatoria de la Selección de Brasil para la próxima fecha FIFA (los días 14 y 19 de noviembre), Neymar volvió a lesionarse el lunes 4 de noviembre en un partido frente a Esteghlal en el cual jugó apenas 27 minutos: entró a los 12’ del segundo tiempo, y a los 39’ tuvo que salir por una molestia muscular. Finalmente, dos días después, el club saudí confirmó que se trataba de un desgarro en la parte posterior del muslo derecho, y que el período de recuperación duraría entre cuatro y seis semanas. En caso de que necesitara las seis semanas para volver a estar disponible, la joya brasileña no volvería a jugar en 2024. Así, desde el mundial de Qatar registra tan solo veinte partidos: nueve con el PSG, cuatro con la selección brasileña y siete con el Al-Hilal.

Este incidente no es ninguna sorpresa. Las lesiones han sido una constante en la trayectoria de Neymar, especialmente durante los últimos años. Muchas de ellas han sido fruto de la mala suerte, ya que ha sido el blanco de centenares de faltas a lo largo de toda su carrera (en el Mundial 2022, por ejemplo, llegó a recibir hasta nueve faltas en el partido contra Serbia), pero muchas otras se han atribuido a una falta de profesionalismo. Esto último ha generado innumerables críticas de los hinchas, que consideran que el genio del regate podría haber brillado mucho más si “se lo hubiera tomado un poco más en serio”.