FÚTBOL ARGENTINO

Sana costumbre: Racing vuelve a llenar dos canchas el mismo día

Los hinchas de la Academia agotaron todas las localidades disponibles, tanto en el Cilindro como en la Nueva Olla

La dirigencia del equipo argentino decidió habilitar tres pantallas gigantes el próximo 23 de noviembre en el Estadio Presidente Perón para todos aquellos hinchas que no puedan viajar a Paraguay a ver la final de la Sudamericana. Las entradas eran gratuitas y se agotaron el primer día (exclusivo para socios). El estadio aún sufre la clausura parcial del Aprevide, por lo que la popular y la platea E no contendrán gente.

En Asunción, la Academia en principio contaba con 12 mil plazas y también la opción de adquirir entradas neutrales. Sin embargo, el conjunto brasileño habilitó localidades para no socios, por lo que muchos hinchas de Racing compraron en el sector de la Raposa para no perderse el partido de sus vidas. Por cuestiones de seguridad y protección, aquellos que hayan comprado entrada en el sector del equipo dirigido por Fernando Diniz serán reubicados con los suyos para evitar percances.

Pero, ¿por qué decimos que el club de Avellaneda ya está acostumbrado a esto? Porque, efectivamente, no es la primera vez que pasa. El 27 de diciembre de 2001, Racing salió campeón del Torneo Apertura frente a Vélez Sarsfield después de 35 años sin un título local. Aquel día, el equipo de Liniers puso en venta 15 mil localidades para los hinchas visitantes (cuando aún estaban permitidos en el fútbol argentino), y se agotaron en cuestión de minutos. Ante esta situación, las autoridades de la Academia decidieron poner pantallas gigantes en el Cilindro para todos aquellos que se habían quedado sin la oportunidad de alentar por su equipo. Finalmente, los entonces dirigidos por Reinaldo “Mostaza” Merlo empataron 1-1 con Vélez en el Estadio José Amalfitani con un gol de Gabriel Loeschbor para la visita, y lograron dar la vuelta olímpica después de más de tres décadas.

Portada de "El Gráfico", en 2001

Falta apenas un día para lo que probablemente sea el partido más importante de los últimos 30 años para Racing. Mañana se puede por fin cortar la racha de sequía de 36 años sin un título internacional que atormenta al primer grande del fútbol argentino todos los días. Pero también está en juego la ilusión de la gente; de los que lo ven desde casa, de los que van al Cilindro a verlo en la pantalla grande, y de los que vendieron sus cosas, organizaron rifas, pidieron préstamos y dejaron todo para poder ir a Paraguay (algunos hasta sin entrada). Gustavo Costas tiene la oportunidad de volver a sacar campeón al club del que se enamoró cuando era tan solo un niño. Este equipo puede llegar a ganarse el amor y el agradecimiento eterno de la hinchada que siempre está en las buenas, y en las malas más todavía. Pero, como dijo Mostaza, paso a paso. Y todos juntos.